Un pijo es un chaval que tapa una parte sustancial de su visión con un largo flequillo y
mantiene los pantalones en un nivel del trasero que permita ver los calzoncillos (de marca, claro).
Los pantalones de los pijos son un misterio de equilibrio casi mágico, como el caso de esos
borrachos que se bambolean peligrosamente, pero nunca se caen.
El rockero es reconocible por el invariable color negro de sus camisetas (nunca camisas), sus
zapatillas de lona y cierto aire de camionero rudo.
También es fácilmente reconocible el emo, con sus oscuras ojeras, su atuendo fúnebre con
algún toque colorista y su aspecto de anémico crónico.
El mod cuida exquisitamente sus ropas y complementos. Gafas y relojes de diseño. Su
vehículo favorito es una moto Vespa con numerosos espejos. Vive el lujo como una segunda vida,
paralela a la vida real (?) en la que puede ser camarero o empleado de banca, nunca el divino dandy
a lo Oscar Wilde en que se convierte.
Se definen por su atuendo, sus gustos musicales y los lugares de ocio que frecuentan. Todos
son hijos de una sociedad urbana y, a pesar de las carencias que existen, opulenta. Cada uno de ellos
se reúne con sus iguales. Forman grupos, tribus. Lo que me parece un dato sociológico curioso es
que estos grupos no se configuren, como hasta hace poco ha sido lo normal en nuestra sociedad
occidental, desde criterios sociales y económicos. No se trata de una división en clases o
estamentos. Tampoco desde criterios ideológicos, éticos o religiosos. No son partidos, grupos de
presión o sectas. Su elección se sitúa, de forma deliberada, en un estrato más superficial, más
externo. Se trata de estética, de preferencias personales, de gustos.
El hombre necesita integrarse en un grupo; necesita un nosotros que se oponga a un ellos. En
una sociedad que lima todas las diferencias, que acorta todas las distancias, parece que esta
necesidad se vuelve perentoria. Atrás quedaron las guerras de religión (hablo de Occidente) y la
lucha de clases se apaga en esa opulent society de la que habla Galbraith. Ni siquiera la nación, en
este mundo globalizado, constituye ya un límite claro, un aglutinante de personas que tienen algo en
común. El relativismo moral hace casi imposible que una toma de posición ética configure un grupo
humano. ¿Qué queda a nuestros jóvenes? Mirarse al espejo. Elevar sus preferencias estéticas a la
categoría de principios éticos y agruparse según este canon alicorto y modesto, pero seguro. Eso, o
hacerse fans de un equipo de fútbol.
Tomás Salas. Ymalaga.com (1 de agosto de 2011)
8 comentarios:
Organización de las partes
En este textos se presentan tres partes diferentes. La primera (que ocupa de la línea 1 a la 11) cumple con una función introductora del texto, en el que presenta a varios tipos de jóvenes, según la opinión del autor, utilizando las características de la tribu social a la que pertenecen, de acuerdo con la opinión del propio autor. La segunda parte (entre las líneas 12-19) desarrolla la razón por la cual los jóvenes se reúnen en "tribus", como las mencionadas en la primera parte. Para terminar, en la tercera parte (líneas 20-28) argumenta su tesis donde acusa a la juventud de regirse y reunirse en grupos por motivos superficiales, dejando atrás razones de mayor peso o profundidad ideológica para ello.
Puesto que la tesis aparece al final texto, podemos afirmar que el fragmento es de estructura deductiva.
Tema y Resumen
Tema: Los criterios de la juventud para formar grupos.
Empieza el artículo con una introducción que se compone varios ejemplos de tipos de jóvenes que podemos encontrar en nuestra sociedad y resume brevemente su apariencia física. Luego, explica el autor brevemente el porqué de la reunión de estos grupos y trata de descubrir de dónde procede el criterio por el cual se unen estas tribus sociales; termina resumiéndolo todo a una cuestión de gustos. Al final del texto habla de lo superficial que se ha vuelto el criterio por el que se cortan los grupos sociales, que en la actualizad ya tiene poco que ver con la política o la religión. Critica la falta de profundidad moral en las nuevas generaciones.
Nos encontramos ante un texto periodístico, concretamente correspondiente al género de opinión. Su subgénero corresponde a un artículo o columna escrito por Tomás Salas para periódico digital Ymalaga.com, publicado el 1 de agosto de 2011.
Tomás Salas refleja en este artículo su opinión de cómo se organizan socialmente los jóvenes en la actualidad. Para ello nos ejemplifica en el primer párrafos algunos de estos grupos como los pijos, los rockeros…
El autor utiliza un lenguaje sencillo y formal para llegar al mayor número de lectores posibles aunque pienso que este texto va dirigido especialmente a los jóvenes.
Tomás Salas expone en su artículo de qué manera se agrupan estos grupos sociales, mediante sus preferencias, formas de vestir, gustos, etc. En parte estoy de acuerdo con el autor ya que por ejemplo mi grupo de amigos está especialmente configurado por nuestros gustos futbolísticos ya que casi todos nos gusta este deporte y somos sevillistas. No con esto quiero decir que no tenga amigos de otros equipos pero esta afición por algo en concreto nos une más y tal y como diría el autor, entraríamos en la tribu de los `futboleros` o `sevillistas` si concretamos aún más.
Por otra parte no estoy de acuerdo con Tomás Salas cuando dice que actualmente no se dividen grupos por sus criterios ideológicos, éticos o religiosos. Sin irnos muy lejos, aquí en mi ciudad, Sevilla, se dan cada vez más casos de bandas o grupos creados por fines políticos o ideológicos. Hablo de las bandas `fascistas` o `antifascistas`. Aunque estos dos términos puedan pertenecer a corrientes ideológicas que siempre han estado presente, cada vez conozco más casos de jóvenes de tan solo 16 o 20 años que se unen haciendo grupos con esta ideología ya sea para defender sus principios o por sentirse seguros al pertenecer a una banda. Esto grupos también se rigen por preferencias estéticas como es el caso de los skin-head o cabezas rapadas.
También podría poner el ejemplo de los `ultras` en el mundo del fútbol, regidos casi más por temas ideológicos o políticos que por pasión hacia este deporte. Aunque estos conocidos `ultras` suelan tener más edad, hay muchos jóvenes que se integran a grupos ultras con la intención de liarla, buscar peleas, etc. No todos son así pero podemos irnos a un caso de este mismo año en Madrid, en el que murió un ultra del grupo Riazor Blues (A Coruña) a manos de otros ultras del Frente Atlético (Madrid) en una pelea previamente planeada por ellos mismos. La noticia principal fue que en esta pelea murió un hombre de aproximadamente cuarenta años pero lo que no sabe la mayoría de la gente es que en la pelea participaron muchos jóvenes con edades de entre diecisiete y veinte años.
Con todo esto quiero decir que en la actualidad los jóvenes además de organizarse en grupos regidos por sus preferencias estéticas y gustos como dice el autor, también se sigue teniendo muy presente cuestiones políticas e ideológicas a la hora de crear estos grupos.
Tomás Salas publicó este texto periodístico de opinión en la pagina Ymalaga.com el 1 de agosto de 2011, expresando así la división de la sociedad actual. Podemos considerar a este texto de forma enmarcada, puesto que se puede apreciar que se habla de lo mismo en todo el texto, al principio los primeros párrafos hacen referencia a distintas tribus urbanas, explicando un atuendo que podría ser especifico para cada una de ellas, en los siguientes párrafos lo que se puede apreciar es una descripción de la sociedad y de un pensamiento que seguramente estará en la mayoría de las cabezas de estos jóvenes. Se puede apreciar que en tema en particular a tratar es la distinción de tribus urbanas.
En el texto se aprecia un lenguaje formal y culto, ya que trata de un tema que puede resultar llamativo tanto a jóvenes como a adultos.
El texto hace referencia a que estas personas no se distinguen por su religión o ideología, si no por un aspecto físico que ellos crean y se decantan por unos o por otros, sin embargo pienso que en la mayoría de los casos tiene cierta razón, ya que se sitúan al lado de personas con las que comparten ciertos gustos y con las que disfrutan. Por otro lado lo que me hace pensar que esta sociedad es un tanto materialista, puesto que si se dividen de modo en el que lo que tengan sea igual o parecido deja mucho que desear de la sociedad, no se puede clasificar a una persona por su estética o por sus bienes, ya que esta puede ser bien o por gusto de esa persona, o por que no tenga medios para mejorarla. Las personas deberían de ser un poco más abierta y conocer a la persona psicológicamente antes de poder juzgarla. Con esto también hago referencia a las personas que por religión o ideología se cierren en un grupo en el que el tema sea monótono, ya que se debería de tener un circulo más abierto y con distintos puntos de opinión, que a su vez hará que esta persona tenga la mente más abierta y así sea capaz de ver la situación desde distintos puntos de vista. Lo que se aprecia claramente en la sociedad es una distinción de clases, ya que a la misma vez se le adjudica un nombre a cada tribu, este es un motivo más para pensar que es una distinción de clases o mejor dicho, una distinción de tribus. De todos modos, una vez cambies tu estética y tus gustos podrías hacerte fácilmente de otra tribu urbana, la única “barrera” que te impide entrar es tu estética. Otro tema al que también quiero hacer referencia es como se cita en el texto en la ultima línea es lo de los fans de fútbol y para especificar más hago referencia a los denominados “Ultras”, ya que por una parte veo bien que tengas devoción por un equipo de fútbol, que te guste verlo y animarlo con tus conocidos y con personas que sientan lo mismo que tu al ver ese partido, pero de lo que no estoy nada de acuerdo es de lo que se puede a llegar a escuchar en las noticias de estas personas que se definen por sus actos, una persona no puede mostrarse de forma tan violenta al ver que su equipo pierde, no veo bien que se mofen del equipo perdedor o de su afición, ya que habría que dar ejemplo a niños que lo que quieren es disfrutar de un partido de fútbol, y estas personas no se lo están dando.
MARÍA CANELA
Estamos ante un texto periodístico publicado por Tomás Salas enYMálaga.com el 11 de agosto de 2011. Utiliza un lenguaje formal y sencillo con el que se ayuda para expresar su opinión. El público al que va dirigido este texto se podría decir que son a todos aquellos jóvenes que podrían verse incluidos en alguno de estos grupos, pero también podría interesar a otras personas que no formasen parte de ninguno de ellos.
En este texto, Tomás hace una clasificación social de los jóvenes a día de hoy, llegando a clasificarlos como si fueran tribus. En el texto expone distintos grupos de jovenes como los pijos, los rockeros...
El autor explica que estos grupos se diferencian a día de hoy por sus gustos musicales, el tipo de ropa que usan, y no por factores ideológicos o económicos como se solían distinguir antes. En mi opinión, el autor tiene parte de razón, ya que normalmente los jóvenes a día de hoy seguimos cánones ya definidos, y casi todos los que formamos parte de un grupo, tendríamos gustos o preferencias parecidas. Aunque también, generalmente, podríamos tener ideologías y un nivel adquisitivo parecido, pero es algo que da más igual a la hora de formar parte de un grupo. Pero ésto no significa ni mucho menos, que un pijo y un rockero no puedan coincidir en su forma de pensar. Quizás tengas sus diferencias, pero a fin de cuentas no tienen porque tener distintas opiniones respecto a temas concretos porque vistan de manera diferente, o no escuchen el mismo tipo de música.
Además, el autor hace referencia también al "hacerse fans de un equipo de fútbol". Pero en este momento las ideologías sí entran en juego. Los grupos ultras de cualquier equipo de fútbol tienen una ideología concreta, y de ahí vienen los hermanamientos entre aficiones o la rivalidad entre las mismas, que ha quedado reflejada en distintas fechas siendo causantes de graves enfrentamientos e incluso muertes de algunos de los miembros de alguna de las dos bandas. Esto debería ser inconcebible ya que el fútbol no es violencia y además ensuicia la imagen de una afición a la que estos grupos en actos así no representan.
Parte 1
Se trata de un texto periodístico argumentativo de Tomás Salas, que fue publicado en la web Ymalaga.com el 11 de agosto de 2011. El autor usa el anglicismo “mod” para referirse a un determinado grupo social. En un principio, se limita a enumerar las características de cada uno de estos grupos, aunque después procede a argumentar acerca de lo que todos ellos tienen en común.
El texto iría dirigido a un público bastante amplio, aunque probablemente podría llamar más la atención de un adolescente que se sienta identificado con alguno de estos grupos, que la de un adulto que piensa que todos los jóvenes son, al fin y al cabo, iguales entre sí.
Aunque las descripciones en cuanto a la vestimenta me parecen bastante acertadas, creo que un pijo, se define más bien como alguien que se viste y se comporta queriendo manifestar una buena posición económica. Por ello, no creo que un pijo, quiera llevar unos pantalones del estilo caídos, porque estropearía su pulcritud a la hora de vestir.
Es cierto que estas tendencias se caracterizan por un atuendo concreto, que al parecer todos comparten. Esto no ocurre en realidad porque sí, sino porque todos ellos se sienten bien perteneciendo a esta comunidad. En ella, da igual de que país seas, tu ideología política o religiosa, o incluso tu estatus social. Al ser un grupo tan amplio y variado, es normal que llame a tanta gente, y que todos ellos se sientan invitados a participar en él.
A pesar de que estén formados por tanta gente distinta, esto no quiere decir que las actividades realizadas sean algo completamente beneficioso para la gente que lo integra. No podemos negar que se conocen a muchas personas con quien jamás nos hubiéramos encontrado en otros ámbitos, y que se obtienen nuevas perspectivas de distintos temas al conversar. Sin embargo, algunas de estas tendencias están tan limitadas a la vestimenta o a una actividad concreta, como el uso de ordenadores y videoconsolas para los que se denominan “frikis”, que al fin y al cabo no tienen una verdadera base en la que apoyarse.
Esta carencia de actividades útiles, hace que una gran cantidad de jóvenes se reúnan en lugares públicos para beber y simplemente decir “aquí estoy yo” y “mira, estoy pasándolo muy bien con mis amigos. En realidad no los conozco de nada, pero me han dado una cerveza gratis, ¿a qué es genial?”. Respeto a todos aquellos que quieran dedicarse a esto, pero personalmente, no lo entiendo. Me parece una verdadera pérdida de tiempo, habiendo miles de cosas que hacer, mucho más interesantes que engancharse al alcohol.
Por ello, creo que una comunidad, más que por su vestimenta y por sus actitudes, debe caracterizarse por otros factores, ya que estos están comenzado a ser excesivamente imitados. Quizás por un objetivo común para mejorar la sociedad y la ciudad, como grupos de personas que se dediquen a ayudar a los demás. Pero difícilmente la gente querrá dedicarse a estas labores, ya que lo que conlleva un esfuerzo, casi nadie lo quiere. Es más fácil dedicarse a beber una botella de JB o jugar al Call of Duty, que escuchar las historias de una familia que está pasando dificultades económicas.
Aunque también, si prefieres dedicarte más tiempo a ti mismo que a la sociedad, puedes crear un proyecto, dedicarte a tus propios hobbies: a hacer deporte, a viajar por tu cuenta, a escribir historias, a cocinar, a dibujar, tocar la guitarra o incluso continuar leyendo aquel libro tan emocionante que abandonaste cuando empezó el curso.
Volviendo a los grupos sociales, creo que todos los que se visten de una determinada forma no tienen por qué pertenecer a esa comunidad. Si llevas gafapastas, no tienes que ser hipster,
puede que simplemente pienses que te hacen atractivo/a o te sientes bien con ellas. Pero como estos grupos los hemos creado nosotros, nuestra sociedad, probablemente incluso tú mismo comiences a denominarte “hipster” o “emo” si ves que tienes algo en común con ellos. Realmente puedes considerarte de la comunidad si compartes algo más que eso.
Parte 2
Los “youtubers” también juegan un papel muy importante en estos grupos. No está mal que haya usuarios en You Tube que den su opinión acerca de un tema, lo que personalmente me choca es la forma de hacerlo. Normalmente, suele ser “en plan broma” por lo general. Si no fuera así, esta claro que la gente pasaría completamente de estas opiniones. Al resto de usuarios les hace gracia, y ya todo el mundo quiere hacer lo mismo, como corderitos. Por ello pienso “vaya tela todas las cosas que hay que hacer para que alguien te escuche en You Tube”, y que poca personalidad tienen aquellos que confían en estas opiniones sin cuestionarlas.
¿Lo único que te queda por hacer si no perteneces a ningún grupo, es hacerte fan de un equipo de fútbol?...por supuesto que no. Como ya he dicho antes, hay muchas actividades a las que dedicarse, a menos que el fútbol te guste de verdad; no hagas lo mismo que Vicente: ir a donde va la gente.
Cada uno puede ser de la tendencia que quiera. Nadie dice lo contrario. Pero hay que recapacitar acerca de si eso es lo que realmente nos identifica. De nada sirve pertenecer a una comunidad sin base que además no te representa. Puedes ser una mezcla de algunas de ellas, y no tener que sentirte mal contigo mismo. Cada persona es un mundo, y las tendencias deben adaptarse a ella según sus circunstancias.
Organización de ideas
Extructura externa:
El texto se compone de siete fragmentos, con 30 líneas.
Extructura interna:
Nos encontramos ante un texto de estructura deductiva, ya que parte de datos particulares para llegar a una conclusión.
Podemos dividir este texto en tres partes. La primera de la línea 1 hasta la 12, donde el autor hace una introducción caracterizando a diferentes tipos de jóvenes, la segunda parte de la línea 13 hasta la 20 donde explica que cada uno de estos jóvenes se agrupan en diferentes tribus dependiendo de sus gustos, estilos, etc y la tercera parte de la línea 20 hasta la 30 donde refleja su opinión sobre que la juventud siente la necesidad de agruparse así debido a que es superficial.
Carmen Olaegui (2ºB) (No quisiera que se pusiera en común en clase)
Nos encontramos ante un texto periodístico de opinión escrito por Tomás Salas en la página web Ymalaga.com el pasado 1 de agosto del 2011.
Presenta una estructura inductiva, situando la tesis al final, en el que de forma expositiva, muestra al mundo la división de la sociedad en la que vivimos a través de un registro formal en un tono burlesco al comienzo cuando enumera las distintas clases de personas existentes.
Centrándonos en su estructura interna, presenta dos partes. El autor engloba la primera con los tres primeros párrafos donde comenta de forma caricaturesca los distintos tipos de personas que hay en nuestra sociedad con expresiones subjetivas como por ejemplo (“El rockero es reconocible por el invariable color negro de sus camisetas”). Todo esto posibilita la continuación de la segunda que corresponde a todo lo demás donde es cuando el autor centra el tema principal de dicha segregación de personas en cuanto a sus gustos o preferencias haciendo especial hincapié en que el hombre existe en compañía, en comunidad, lo que configura nuestra perspectiva personal del mundo gracias a la cultura recibida.
Hoy en día existe, como bien denomina el autor, esas tribus urbanas que están cada cual formada por una serie de características que comparten cada uno de los integrantes. Un ejemplo sería, además de todos los citados en el texto, los canis, un grupo bastante mal visto por la mayoría de la gente.
Estos grupos cambian con el paso del tiempo, por lo que se engloban en generaciones que las adoptan como expresión de la unidad de una colectiva histórica.
Como bien afirmaba Ortega y Gasset :“el ser humano no tiene naturaleza, sino historia”. La cultura define el modo propio del ser humano, pero es una realidad histórica. De ahí que no podamos comprendernos a nosotros mismos sin comprender la propia cultura; ni atender a esta última sin atender a la historia en la que se ha constituido.
Otros aspectos relevantes son la tradición, aquello que se nos ha transmitido, y las creencias, actitudes de fondo que han sido dadas por la tradición. Cada persona no juzga el mundo solo por su propia cuenta sino por la percepción valorativa que corresponde a su lugar histórico caracterizado por un proyecto que define la mentalidad de una generación, producto de determinados valores y creencias.
También se pone de manifiesto en el texto que dicha distribución es bastante superficial en la que no se basan en sus fundamentos políticos e ideológicos. Esto hace la posibilidad de pertenecer a un grupo con bastante seguridad ya sea por la forma de vestir o el grupo musical, algo que el hombre tiene como necesidad de sentirse integrado.
Todo esto define la juventud que somos ahora en la que se han regido, se rigen y se regirán en un futuro debido a que, como bien he expuesto con anterioridad, es una de las formas más sencillas y comunes de formar parte de un grupo, de una unidad, donde el hombre se siente respaldado gracias a sus comunes.
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